Comercio electrónico: ¿inyección de calidad o salto al vacío?
FABIOLA INOSTROZA LEAL Directora área legal y ciudadana de Formadores de Organizaciones Juveniles de Consumidores y Consumidoras (FOJUCC)
- T+
- T-
FABIOLA INOSTROZA LEAL
Hace algunos meses el Ministerio de Economía impulsó una consulta ciudadana que buscaba regular algunos aspectos del comercio electrónico, especialmente acerca de la información que deben tener a la vista los consumidores al momento de hacer efectiva una compra online.
Aunque valorable, ese esfuerzo fue insuficiente, considerando que muchas de las consultas planteadas por organizaciones no tuvieron respuesta. Es más, la difusión y la estrategia comunicacional con que se dio a conocer la iniciativa no tuvieron el necesario refuerzo, a pesar del incremento de ventas electrónicas y el traspaso de muchos emprendimientos al comercio digital en un contexto de crisis social y pandemia.
Sobre el contenido del reglamento, hay algunas interrogantes evidentes respecto de, por ejemplo, qué ocurrirá con las obligaciones que deben cumplir las plataformas de comercio electrónico, especialmente cuando las ventas se producen al interior de esos sitios, sin necesariamente que los grandes marketplaces hagan propio el cumplimiento de las normas.
Por ejemplo, si un consumidor compra un producto mediante estos sitios, es altamente probable que no adquiera información por parte del marketplace o que éste derechamente se desentienda en algunos aspectos relevantes, tales como cumplimiento de garantías, derecho a retracto, mantenciones del producto, entre otras materias relevantes de información, provocando que los consumidores se encuentren en una especie de nebulosa al momento de hacer efectivo el ejercicio de sus derechos.
La tecnología debe ser un factor de movilidad y de transformación importante en la relación entre consumidores y compañías. No obstante, no podemos dejar de lado esta problemática, especialmente en medio de un proceso tan complejo como la pandemia por el Covid-19. Es por eso que acabamos de presentar un requerimiento ante Contraloría, con la finalidad de que el proceso se detenga hasta no despejar estas materias, que son de suma relevancia.
Avanzar en regular los mercados debe ser siempre un aliciente para cubrir todas las dimensiones de un fenómeno. Esto, pues además de la necesaria claridad que debe tener el consumidor al momento de efectuar una compra, también es relevante dar certezas a los emprendedores, que hoy más que nunca necesitan de este tipo de mecanismos para subsistir. Valoramos el espíritu y la iniciativa del Ministerio de Economía con este reglamento, que tiene objetivos relevantes, tales como fortalecer la transparencia y calidad de la información para los consumidores online y reforzar el derecho de su libre elección. Sin embargo, si queremos promover un desarrollo integral y fomentar las buenas prácticas, aparejado de una mayor confianza, es necesario dar señales de prolijidad en la materia ya señalada.
Es momento de avanzar en regular estos mercados, y así lo ha entendido el Estado, pero estamos convencidos de que debe hacerse bajo un paraguas de certeza y sobre la base de beneficiar a quienes se ven más perjudicados en la actual coyuntura, marcando un precedente de más nitidez para tiempos de mayor normalidad.